Por Ángela Medrano
El Foro de Talento Público 2025 aterrizó en Barcelona con un objetivo claro: mostrar que la transformación en la Administración Pública no sólo es posible, sino que ya está ocurriendo. Que el cambio no se predica, se practica. Y que hay muchas personas, equipos y administraciones que ya están haciendo las cosas de otra manera. Mejor. Más humana. Más eficaz. Más innovadora.
En un contexto donde el relevo generacional, la digitalización y el desapego por lo público se entrecruzan como grandes desafíos, el FTP se posiciona como ese espacio necesario donde las ideas se encuentran con las soluciones y donde lo que parece imposible, se convierte en referente.
El modernista Palau Macaya nos abrió sus puertas y su energía. Allí arrancamos con un mensaje claro: este foro no va de teorías, va de prácticas reales. Y lo dejó claro desde el primer minuto Bienvenido Espinosa, director general de Berger-Levrault España, centrando su discurso en lo que de verdad importa y marca la diferencia: las personas.
Y tuvimos unos protagonistas de excepción.
Carles Ramió protagonizó la ponencia de apertura y nos recordó que sin el factor humano no hay transformación pública que valga. Su intervención fue una sacudida de las buenas: necesitamos valentía, liderazgo y propósito en la gestión pública.
Un clásico que nunca decepciona con un mensaje muy claro y controvertido… en un mundo cada vez más automatizado, el papel del liderazgo, la ética y la humanización de las decisiones cobran una relevancia fundamental.
Nos quedamos con una de sus frases: “la innovación sin alma no sirve”.
Joan Córdoba, premiado durante la cena de la noche anterior, nos llevó de la mano por un caso real de cultura digital compartida: una intranet diseñada con y para las personas. Un ejemplo claro de que la tecnología no es el fin, sino el medio para conectar mejor, un elemento integrador y constructor de cultura además de una eficaz herramienta de comunicación interna.
El proyecto TRANSFER nos llegó desde la Junta de Andalucía —representado por Francisco Javier Domínguez Murillo—que nos mostró cómo capturar y compartir conocimiento antes de que se pierda es vital. Porque los saberes no se jubilan, se traspasan. Una demostración de que la inteligencia organizativa también forma parte del talento.
Y cuando hablamos de atracción, desarrollo y fidelización del talento, aparecieron tres voces potentes: Carles Font, Virginia Valero y Elsa Paredes, que desde lo local están demostrando que los RRHH en la administración ya no son un trámite, son una palanca estratégica.
Todos ellos compartieron con nosotros sus prácticas valientes: desde selecciones ágiles y sin perder garantías, hasta programas de fidelización que ponen al empleado en el centro.
Una mesa con representantes de distintas diputaciones nos recordó algo que a veces se olvida: no hay verdadera transformación sin cohesión territorial. La innovación no puede quedarse en las grandes ciudades.
Desde la selección hasta la formación, las diputaciones están siendo aliadas imprescindibles para modernizar municipios y tejer comunidad. En esta mesa, se puso en valor su función como soporte técnico, humano y formativo para los pequeños municipios.
Tanto Nuria Josa como María Fontcalda compartieron estrategias reales para ayudar a digitalizar, seleccionar y profesionalizar desde la proximidad o para liderar equipos desde la premisa de resultar eficaces y eficientes al máximo.
Este gran ideólogo y filósofo del liderazgo nos sirvió una charla inspiradora alertándonos del peligro de llenarse de excusas para no actuar.
Una llamada a la acción para que las cosas no se paren, las iniciativas no mueran antes de nacer y las personas se mantengan vivas y haciendo evolucionar: agitando los estándares, desbloqueando situaciones y buscando soluciones creativas, sencillas para permanecer vivos y en continuo movimiento de mejora.
En la noche del 8 de abril, tuvo lugar la primera parte de un foro bien distinto; la cena fue algo más que un momento distendido: fue un homenaje al talento que de verdad “se lo curra”.
Premiamos a:
Y cerramos la noche con las risas que nos arrancó una sesión de treatro impro que nos recordó la importancia de no olvidar sonreír en todos los momentos de nuestra vida. La risa relativiza, pero sobre todo en un gran catalizador, una tremenda herramienta de facilitación entre personas.
Nos dijeron cosas como…
Y ahora, ¿qué?
Ahora toca replicar, adaptar, llevarse ideas a casa y ponerlas en marcha. Porque si algo dejó claro este foro es que, aunque queda camino por recorrer, hay muchos que ya están avanzando duro. Todos podemos sumarnos a ellos.
Gracias
Gracias a los que vinisteis, a los que hablasteis, a los que escuchasteis, a los que os emocionasteis. A los que creéis en lo público como motor de lo común. A los que empujáis cada día para que las cosas cambien desde dentro. Gracias a quienes hacéis posible este foro.
Nos vemos en el próximo. Porque el talento público sigue…